A lo largo del siglo XIX y principios del XX, la igualdad se entendía como el derecho de las mujeres a disfrutar de los mismos derechos civiles que los hombres, pero, en general, las mujeres no se planteaban reivindicaciones relacionadas con el concepto de libertad, pues se asumía, salvo algunas excepciones, su papel subordinado a los hombres.Las principales reivindicaciones relacionadas con la igualdad de derechos jurídicos y políticos estaban conseguidas, las mujeres accedían al empleo, a la universidad, etc. y, a partir de este momento, las reivindicaciones empiezan a centrarse en aspectos ligados a la condición sociocultural de la mujer y a las exigencias relacionadas con la libertad, la autonomía y la realización personal y, así, comienzan las batallas por la legalización de la anticoncepción, del aborto, del divorcio, la supresión del delito de adulterio, la libertad para decidir sobre el propio cuerpo, rechazo del matrimonio como destino, renuncia a la maternidad sin frustraciones, acceso al trabajo, lucha contra la discriminación salarial, etc.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario